El Prisma de marca
Claves para construir una poderosa identidad de marca
Construir una marca no se trata solo de diseñar un branding novedoso y atrayente o de elegir un nombre genial para atraer audiencia . El proceso requiere mayor profundidad para transformar una marca en una historia viva, que empatice con la forma de pensar y sentir de las personas con las que quieres conectar . La identidad de marca se construye desde el interior de tu negocio : nace de los valores, la personalidad y la cultura que la empresa transmite al mercado.
Cuando hablamos de identidad de marca, nos referimos a quién eres realmente como empresa. Es la respuesta a las preguntas: ¿Por qué existes y cómo te haces cargo de las necesidades de tus clientes ?, ¿Qué te hace diferente? ,¿Qué ideas representas? . Esa esencia se refleja en todo: cómo te comunicas, los colores que eliges, los canales de comercialización, el modelo de negocio y las experiencias que ofreces.
Esta identidad se expresa en múltiples dimensiones: social, cultural, y psicológica, que conforman lo que se denomina el “Prisma de la Identidad”, concepto desarrollado por Jean-Noël Kapferer (destacado profesor francés especialista en comunicación) . En él, la imagen del emisor (la marca) y del receptor (el cliente) deben alinearse. Es decir buscar un punto de encuentro y confluir de manera armónica . Si tu público siente que tu marca es consistente , brinda alegría o entrega sensación de satisfacción, confianza, o energía esa percepción se da porque realmente tu marca refleja esos valores en cada detalle, en cada punto de contacto , y es coherente con su oferta de valor.
Sus componentes son: el aspecto físico, es decir cómo se ve y percibe la marca: logo, colores, estilo visual; la personalidad , es decir su expresión y forma de comunicarse; los valores que ha expresado como esenciales y que están presentes en sus acciones y estrategias; la relación que mantiene con sus clientes y la forma en cómo genera experiencias únicas y satisfactorias que son agradecidas por su audiencia; la reflexión, es decir el proceso mental e imagen que proyecta: seguridad, confianza, alegría y la autoimagen es decir cómo el consumidor se siente al utilizar la marca: sofisticado, elegante, seguro, confiado, animado. Juntas, estas dimensiones crean un prisma, es decir una identidad consistente, auténtica y emocionalmente conectada.
Tres consejos para aplicarlo a tu marca:
- Sé coherente y consistente en todo lo que haces. Desde el estilo de marca, los colores, las expresiones, la calidad del producto hasta el servicio al cliente. Cada detalle debe reflejar la personalidad y los valores de forma creíble.
- Conoce bien a tu público. empatiza con sus necesidades, entiende de verdad qué es lo que busca y qué lo anima. Conecta con sus emociones.
- Haz que tu marca “viva” su cultura. No basta con decir que eres innovador o cercano, debes demostrarlo en tus productos, comunicación y acciones cotidianas.
En definitiva, construir una marca sólida no es cuestión de moda, sino de identidad. Porque una marca no se impone: se construye con significado, coherencia y verdad. Y cuando eso sucede, deja de ser solo una empresa… para convertirse en una experiencia que las personas eligen y recuerdan.
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Nos vemos¡
Mic Bracmont
